Igual que con aquellos discípulos, Jesús sigue preguntando a cada hombre ¿Quién dices que soy yo? pero no espera una respuesta automática y de palabras que se escabullen con el tiempo, sino una respuesta que salga del corazón y que se renueve cada día, no sólo con palabras sino con la propia vida, siendo como Cristo y viviendo cómo Él para testimoniarlo y dar razón de su existencia.¿Quién es Cristo para ti? Es una pregunta con la cual debes dejarte confrontar para que respondas con sinceridad y convicción. Deja que Cristo sea la roca firme sobre la cual construyas tu vida, quien de sentido a tu existencia y la causa de tu esperanza en una vida digna para ti y tus hermanos. Sé dócil al Espíritu Santo y deja que obre maravillas en ti para que con su fuerza, la gracia de Dios resida en ti y te fortalezca para seguir con temeridad y alegría el camino de vida en Cristo.
Cristo, el Hijo de Dios, hecho hombre, muerto y crucificado, resucitado al tercer día, subió al cielo y ha enviado a su Espíritu Santo para que sea el aliento que de vida a todos sus discípulos, déjalo habitar tu corazón para que tu vida sea auténtica y en Él alcances tus anhelos más profundos. Cristo ya murió por ti, vive, deja que su fuerza sea tu fortaleza y que su gracia sea tu motor vital. César Águila sdb.
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