A las ocho de la tarde hora de Madrid y la 1 p.m, hora de México, dio inicio oficialmente la Jornada Mundial de la Juventud con el primer gran acto multitudinario: una gran misa en la Plaza de Cibeles oficiada por el cardenal de Madrid. El primer acto oficial de la JMJ con los miles de jóvenes de todos los países del mundo se dedicó al Beato Juan Pablo II, creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Su reliquia estará presente durante todos los actos de la JMJ.
Antes de la Misa inaugural hubo un espectáculo con música y juegos para los jóvenes que comenzaron a llenar las inmediaciones del Paseo de El Prado y Recoletos. A partir de las seis de la tarde el popular presentador de Cadena 100, Javi Nieve con otros jóvenes presentadores, amenizaron la espera del inicio de la Jornada dando paso a actuaciones de los participantes en el concurso Madrid me encanta, a juegos con los jóvenes y a videos para recordar los actos que se desarrollarán durante la semana.
Cerca de 400 obispos y 2.500 sacerdotes y cerca de 400.000 jóvenes de todo el mundo han acompañado la celebración. El cardenal arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela ha dado la bienvenida a los jóvenes y ha recordado las palabras de Juan Pablo II en Compostela: “Es Dios que nos busca. Él sale al encuentro”. También ha mencionado los problemas a los que los jóvenes de hoy se enfrentan en la actualidad. “La globalización, las nuevas tecnologías, la crisis económica os condicionan para bien y, en muchas ocasiones, para mal. Por ello ha propuesto a la juventud, “encontrar al Señor por la única vía que se ha demostrado espiritualmente eficaz: la del peregrino humilde y sencillo que busca el rostro de Jesús”.
Tras las palabras dedicadas al anterior Papa, Rouco ha señalado que “los jóvenes que os encontráis aquí sois la generación de Benedicto XVI”. Según ha señalado Rouco, la intención de Benedicto es que
“los jóvenes experimenten en la Comunión Católica de la Iglesia, la verdad y la imperiosa urgencia de hacer vida vuestra el lema de la Jornada Mundial de la Juventud 2011: arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”.
En ese sentido, Rouco les ha animado a que sean discípulos y testigos de Cristo. “Jesús os muestra el camino y la meta de la verdadera felicidad”. Una felicidad que no es exclusiva para los creyentes. “No sólo a vosotros, sino también a vuestros amigos alejados de la práctica religiosa e incluso de la fe o desconocedores de la misma”.
Tras la bendición final del cardenal Rouco, ha tomado la palabra el cardenal Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, ‘ministerio’ vaticano encargado de las Jornadas Mundiales. En su alocución, ha recordado a los jóvenes que no tengan miedo a expresar su fe.
“¡No tengáis miedo! ¡Optar por Cristo en la vida es adquirir la perla preciosa del Evangelio por la cual vale la pena darlo todo!”. Por último, Rouco ha bendecido unas medallas de Nuestra Señora de la Almudena, que el Cardenal ha entregado a cinco jóvenes de los cinco continentes mientras se repartían a cada uno de los asistentes una insignia igual de la patrona de Madrid.
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